En el Valle Sagrado de Cuzco se cultiva el mejor maíz del mundo, con granos muy grandes y tiernos y un sabor incomparable.
Sara es el nombre quechua del maíz. Saramama es la diosa del maíz. Según la leyenda, era una hermosa joven que fue transformada en planta de maíz por el dios sol Inti para liberarla de las garras del hechicero Kuru, que quería convertirla en su esposa y a quien ella temía. Desde entonces, sólo las mujeres pueden cosechar, ya que los hombres son wayra maqui o manos del viento y pueden dañar la cosecha.
Tamal Limeño Historia planta sagrada
La enorme importancia de la “planta sagrada” para los antiguos peruanos se refleja en las fiestas celebradas en su honor: Aymuray, la fiesta de la cosecha; Kapaj-Situwa, durante la cual se entierra una delicada mazorca de maíz en acción de gracias a la tierra; Inti Raymi, que recuerda el milagro del dios sol que transformó una planta amarga y llena de espinas en el fruto sagrado del maíz. Durante esta fiesta, la gente se “comunica” con el shancu, una pasta hecha con harina de maíz, y bebe chicha de jora, elaborada con el grano de maíz germinado y seco.
Había innumerables representaciones artísticas de la planta del maíz y sus frutos en tejidos, cerámica, madera, piedra y metales preciosos.
Los cereales eran parte esencial de la dieta de los antiguos peruanos y existían muchas variedades de maíz con las que preparaban diferentes platos, muchos de los cuales tenían un gran significado religioso.
Humita historia
Entre las preparaciones más importantes estaba la huminta o humita. Según Bernabé Cobo, este cereal se consumía en forma de bollo de pan o t’anta, palomitas de maíz o -pisancalla, o bollicos a la olla o huminta”. Según Garcilaso, es el “pan de los incas”.
Se cree que el tamal deriva de la humita, que fue modificada por el mestizaje, añadiéndole manteca y carne de cerdo, especias, huevos duros y aceitunas.
El tamal limeño, el tamal del antiguo barrio negro de Malambo, nació de la mano de las libertas negras, que le dieron su sabor salado y lo convirtieron en el alimento básico del desayuno dominical y de todas las fiestas.
Hoy, como antaño, se vende, aunque ya no con la gracia de los mulatos que antaño lo ofrecían:
“¡Se vaaa… la tamalera… suá!
¡Qué rico, qué bueno, qué bueno el tamal!
¡Hay huevos, aceitunas y pollo en abundancia!
Tamales Limeños Receta
- Tiempo de preparación: 3 horas y media
- Tiempo de cocción 4 horas
Ingredientes:
- 1/2 kilo de mote (maíz blanco desgranado)
- 3/4 kilo de chuleta o panza de cerdo deshuesada
- 50 gramos de ají panca molido (Capsicum baccatum – seco)
- 30 gramos de ají mirasol molido (Capsicum baccatum – seco)
- 8 huevos
- 2 cucharadas de vinagre
- 8 dientes de ajo pelados
- 1/2 cucharada de pimienta molida
- 1/2 cucharada de comino
- 50 gramos de semillas de sésamo
- 100 gramos de cacahuetes tostados
- 1/4 kilo de manteca de cerdo
- 1 taza de pisco
- 100 gramos de aceitunas negras (secas)
- 1 paquete de hojas de plátano
- 1 bolsa de totora (scirpus riparius)
- 10 corontas de choclo
Preparación:
1- Remojar el maíz durante 24 horas.
2- Transcurrido este tiempo, hervirlo durante una hora, escurrirlo y molerlo en una batidora o molino de cereales. Retirar previamente la parte dura del maíz.
3- Marinar la carne cortada en trozos medianos durante una hora con sal, pimienta, comino, vinagre y ají panca molido.
4- Freír la carne en una cucharada de manteca, agregar el jugo de remojo y dos tazas de agua. Cocine por dos horas.
5- Escurrir la carne y verter el caldo en el maíz molido con la manteca, el maní tostado y molido, poner en una olla grande y cocinar el atamalar (la textura de un tamal), agregar las semillas de ajonjolí tostadas, seis yemas de huevo y la copa de pisco.
6- Tostar las hojas de plátano y quitarles las venas.
7- Para armar los tamales, coloque la masa sobre una hoja de plátano, hágale un hueco y coloque la carne, el huevo duro y las aceitunas negras cocidas y una rodaja de ají mirasol asado. Envolver bien y cruzar con otra hoja. Atar con cañas.
8- Colocar las corontas en el fondo de una olla normal, luego las hojas de plátano y regar hasta el borde de las hojas. Coloca los tamales verticalmente uno al lado del otro para cubrirlos con más hojas de plátano. Cocer durante cuatro horas.
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